Historia de Abanicos Burriel


Salvador Burriel , junto con su mujer Pilar Castellano, fundó Burriel Abanicos S. L. en 1964. Voro, que así es como le llamaba cualquiera que le conociese, era un trabajador más en una fábrica de abanicos, hasta que decidió dar el paso de montar su propia empresa en Aldaia, un pueblo de la Comunidad Valenciana. Año tras año, él y su mujer trabajaron duro para que ahora podamos saber de este oficio tal y como lo conocemos. Abanicos de diferentes formas y tamaños, colores y materiales, que nacen en un pequeño y polvoriento taller en el que la familia Burriel los crea y da vida. En 2017, con la falta de Voro Burriel, la dirección de la empresa pasó a manos de sus hijos, Javier y Daniel Burriel Castellano, los cuales llevan este oficio en la sangre, ya que desde muy pequeños ayudaban a su padre en el taller. Ellos son la segunda generación en la historia de esta empresa.

Con los años, este negocio familiar ha ido creciendo y expandiéndose poco a poco, siempre reivindicando el producto fabricado a mano y de origen completamente español. ''Vivimos de la artesanía y dejamos en cada pieza un poco de cada uno de nostros'' dice Daniel Burriel, y es que nuestra principal herramienta son nuestras manos y sobre todo nuestro corazón. Voro y Pilar no sabían que el pequeño negocio que crearon de la nada para poder mantener a su familia, con mucha ilusión, se convertiría en una gran empresa que distribuye sus productos por toda España y diferentes países del mundo. Cumpliendo el sueño de los fundadores, sus hijos y nieta, Noemi Burriel, trabajan ahora para seguir creciendo y demostrar al mundo que la empresa Burriel no es una cualquiera, si no una familia de valientes que va a seguir persiguiendo sus metas en honor a ellos.